Un país “laico”
Colombia se ha declarado un país laico desde la constitución política de 1991, poniendo por encima de las religiones, la soberanía popular; lo cual significa que los ciudadanos tienen igualdad frente a la ley así garantizando sus derechos humanos y civiles, para la protección de minorías. Esto significa que el estado Colombiano debería proteger la integridad de las personas y no vulnerar sus derechos, independientemente de la religión que cada uno profese.
En los últimos días, se discutió
una reforma a la ley en la cual las personas del mismo sexo podrían contraer
matrimonio civil, y como era de esperarse esta misma ley fue revocada y
“tumbada”. A mi parecer Colombia no es un país laico, ya que los derechos de
las personas son doblegados frente a la opinión de una mayoría, que en este
caso vendría siendo la comunidad católica.
Es claro que la religión católica es la religión mayoritaria en nuestro país, y
por esto mismo tiene un poder político sobre las decisiones tomadas; el
matrimonio homosexual se convierte en un debate religioso, y en este debate se
violan los derechos que están establecidos para los ciudadanos, se impone el
credo sobre la norma, en la que prima lo que un libro sagrado que este caso es
la biblia, define como familia.
Independientemente de la religión de la que cada uno haga parte, el país debe
interceder por los derechos de todas las personas, sin juzgar su sexualidad y
sus preferencias o gustos. En muchos países a lo largo del mundo, sí se le da
la importancia que merecen estos temas, y no se discrimina a la comunidad por
sus orientaciones o pensamientos, lo cual debería ser lo correcto y el proceso
a seguir.
Por ahora pasara mucho tiempo, antes de que este tema del matrimonio homosexual
se ponga sobre la mesa del estado; pero por el momento y hasta que la comunidad
religiosa, política o mayoritaria recapacite sobre la vulneración de los
derechos de las minorías, Colombia seguirá siendo un país que viola el derecho
de sus ciudadanos.
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